Este 27 de junio se cumplieron 25 años del histórico día en que un grupo de productores agropecuarios de la zona de Stroeder y alrededores frenó el Tren de la Esperanza, que estaba siendo utilizado para la campaña presidencial que en ese entonces encabezaban Eduardo Duhalde y Ramón «Palito» Ortega.
En aquel momento, los manifestantes solicitaban la presencia de Duhalde para exigir la refinanciación de las deudas que mantenían agricultores y comerciantes.
Es que, según indicó a FM DE LA COSTA Basilio Baumgartner, productor de la zona y quien estuvo presente ese día, en la primera época de la convertibilidad, se generó una línea de créditos llamada Cédulas Hipotecarias, es decir, una hipoteca sobre un bien, y constaba de 10 mil dólares que, con la tasa de interés, se convertía en un monto que oscilaba entre los 15 mil y 20 mil dólares.
«Era imposible de pagar, había una recesión terrible. La única salida era esa, porque había más de 150 productores que iban a perder los campos», dijo Baumgartner sobre ello.
Haciendo una síntesis sobre el hecho, recordó que «fue a las 5 de la mañana, en donde no éramos un grupo tan grande, porque los que fuimos a parar al tren, éramos 20 o 30. La gente estaba muy reacia, y después se juntaron más de 2000 personas».
El productor agropecuario consideró que «hoy todo el mundo se olvidó de eso, y me pone muy mal la poca memoria de la gente, e inclusive del Concejo Deliberante también (por un posible reconocimiento), porque hablé con Mariel Cinirella -presidenta del cuerpo- y me dijo que enviemos una nota porque no estaban para esas cosas. Parece que como fue una patriada sin políticos no tiene validez».
En relación a eso, indicó que «el reconocimiento lo tenemos los que fuimos, pusimos lo que había que poner esa noche, porque parar un tren de una campaña presidencial de un partido oficialista no es cualquier cosa. Nos acompañaron mucho los medios».
Asimismo, valoró la figura del ex intendente Magdaleno Ramos, debido a que «a primera hora de la mañana, apareció y dijo que nadie iba a tocar a un productor o a un chacarero».
Por último, y a modo de dato, Baumgartner rechazó el accionar de algunos productores de Villalonga en ese momento, ya que «ellos dijeron que estaban bien, y esperaban que les rematen el campo a todos así iban y lo compraban a dos pesos».