La comarca Viedma-Patagones se encuentra totalmente conmocionada por el terrible accidente fatal ocurrido durante la madrugada del domingo, sobre la ruta provincial n°1, en el que un hombre de 49 años perdió la vida tras impactar de frente con otro vehículo.
Los primeros testimonios marcan que el conductor de un Volkswagen Virtus, que venía en estado de ebriedad, realizó una maniobra peligrosa que terminó con el choque frontal contra una Renault Duster, en el que viajaba la persona que falleció.
Uno de los testigos del lamentable suceso es el reconocido vecino del balneario El Cóndor, Daniel Teramo, quien de hecho, según sus palabras, podría haber sido él tranquilamente quien haya chocado contra la VW.
En diálogo con FM DE LA COSTA, Teramo relató que «no fui parte del accidente porque iba más despacio. El auto blanco me pasó a mí y a 500 metros adelante mío chocó. Fue cerca de las 4 de la mañana, volviendo desde Patagones hacia El Cóndor, en la entrada del frigorífico Fridevi. Me pasó por la banquina izquierda, es decir, me pasó por la tierra. Cuando lo miro, no lo podía creer, porque pensé que iba a entrar a un loteo. Yo iba a 90 km/h, y me habrá pasado como mínimo a 150 km/h».
Agregó en ese sentido que «justo ahí hay una curva, y hay un árbol que no me deja seguir viendo, pero cuando termino de doblar, veo una luz que va de la parte izquierda de la ruta hacia la derecha, a la altura de cinco o seis metros, como que había volado algo. Me imaginé que el coche volcó, pero cuando sigo avanzando, veo una cantidad de escombros tremenda. Parecía una explosión».
Contó luego, tras ver lo que ocurrió, que «me bajé de la camioneta y veo a la Renault Duster chocada en la banquina, y empiezo a escuchar gritos de ayuda. Estaba todo oscuro, quedó solamente una luz encendida. Frené a todos los autos que iban viniendo por la cantidad de escombros que había en la ruta, era impresionante».
Mencionó en el programa DESTINO SUR que «bajé a la chica que iba de acompañante, la subí a mi camioneta, y después me fijé al conductor, que estaba presionado entre todo el vehículo, inconsciente pero vivo. Después, me fui a ver al conductor del VW que estaba impecable, pero se notaba el aliento etílico que tenía. No estaba shockeado, estaba borracho. Estaba impecable por la cantidad de airbags que tenía, no le pasó nada, ni siquiera una lastimadura. No vi que tenía una acompañante, estaba todo muy oscuro, pero había una persona, sin embargo no gritaba ni decía nada».
Por último, y a modo de reflexión personal, Teramo opinó que «hace diez años que vivo en El Cóndor, y nunca más salí a comer a Viedma por una cuestión del alcohol, es decir, no puedo tomar nada y a veces no te dan ganas de salir, si bien podés salir con un compañero. Te quita las ganas de salir a Viedma porque tenés que entrar a la ruta de nuevo, y la gente no tiene conciencia de eso».