(AUDIO) Marcellini tras el despido de una empleada de ARSA: «Tiene que ver con el género»

(AUDIO) Marcellini tras el despido de una empleada de ARSA: «Tiene que ver con el género»

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Aguas Rionegrinas despidió hace algunos días a una empleada de sus filas y desde el Sindicato de Trabajadores de Saneamiento (SiTSA) de Río Negro no dejaron pasar su enojo y malestar.

Precisamente, fue Cristina Marcellini, titular del gremio, la que no ocultó su malestar contra el titular de ARSA, Javier Iud, al punto de haber ido a buscarlo a las puertas de las oficinas de la empresa con un megáfono y pidiendo respuestas.

«Salí a dar explicaciones, a ver si tenés las agallas que debe tener un hombre. ¿Quién te creés que sos? Vení a dar las explicaciones que tenés que dar si tenés las pelotas bien puestas. Sos un echador de mujeres. ¿Qué te pasa, cobarde? ¿Se te terminaron las cartas documento, maldito?», se puede oír en un video publicado en las redes sociales el pasado viernes.

En las últimas horas, FM DE LA COSTA dialogó con Marcellini (en el programa ENTRE TIEMPOS), para que la dirigente sindical amplíe más detalles de lo ocurrido.

Al respecto, consideró que «esto fue muy llamativo, y por eso fuimos a pedir explicaciones. Nosotros entendemos que es un accionar totalmente violento, ya que no la violencia no es solamente física, sino que también tiene que ver con los procederes de los cobardes que no ponen la cara cuando toman una decisión».

Asimismo, expresó que «me estoy convenciendo de que tiene que ver con el género. No puedo creer semejante cosa ante una persona que antes de venir a ARSA tenía trabajo, y fue convocada. Hay muchas cosas que encienden alertas muy graves».

Agregó que «esto llega después de varias situaciones que ella había pasado y que me las comentó. La persona en cuestión trabajaba en Vialidad Provincial, y llegó a Aguas Rionegrinas convocada por Romina Procoppo para una tarea (jefa de servicios en Viedma)».

Por último, sostuvo que «aparte de todo lo que hicieron, le pagaron menos en su indemnización, cosa que las mujeres reclaman con mucha fuerza (ya que a veces son remuneradas en forma diferente para abajo), cuando quieren tener esa superioridad de machirulos que verdaderamente les queda bastante mal».


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